Nunca lo creí y siempre insistí en lo contrario cuando me decían que el tiempo es el mejor médico para la herida del amor traicionado.
Es tan extraño cómo se desvanece la memoria, cómo se desvanece la sensación de dolor, cómo se disuelve la fantasía del sueño. Todo un pasado lejano que ya no te toca.
Palabras, promesas, votos... Un eco olvidado en el paso del tiempo.
Formas, respiraciones, toques... Una sensación anticuada
Imágenes, momentos, sentimientos... Un recuerdo desvanecido
Eso es lo que merecíamos. Tal vez... Tal vez no tuvimos el corazón para vivirlo. Tal vez no fuimos lo suficientemente valientes para vencer el tiempo, el dolor. No estábamos listos para reclamar nuestra propia eternidad. Y al final, nos quedamos con el dolor y la soledad... Una vez. Más. Ahora. Finalmente
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